El material elegido en su momento fue el cartón. Éste es un material formado por varias capas de papel superpuestas, a base de fibra virgen o de papel reciclado. Algo que caracteriza al cartón es que es más grueso, duro y resistente que el papel.
Algunos tipos de cartón son usados para fabricar embalajes y envases, básicamente cajas de diversos tipos. Cuando hablamos de caja, hablamos de recipiente que sirve para guardar o transportar en
él algo.
Ese era su contexto, era un material que por sus propiedades se utilizaba para transportar de manera sencilla y barata los productos.
Actualmente el cartón ha perdido su valor inicial de simple contenedor. Hoy día es algo más, hoy día cuando compras una revista el cartón es 8 veces más grande que la propia información por la que estás pagando. Tamaños espectaculares y colores brillantes se imprimen en nuestras retinas cada vez que entramos a cualquier lugar en el que se produzca intercambio de dinero.
Entonces, ¿cuál es su contexto ahora?, ¿importan sus propiedades o todo ello se perdió por el camino?, ¿el cartón es un medio de embalaje o de consumismo?
Ya nadie sabe cuales son sus propiedades ni cuales son sus cartones. Nadie piensa en si sería más barato dejarlo en su estado original o impregnarlo con un diseño publicitario que a largo plazo amortizaría ese gasto.
Por una vez el cartón será protagonista de su propia historia. No será un canal sino un emisor y receptor de acciones. Se transformará, se pintará, se convertirá en algo completamente distinto, para, al final de su trayectoria como sujeto y no como objeto, desaparecer definitivamente.
Este vídeo pretende mostrar de una forma cómica todo ello, para hacernos ver que el cartón es sólo el recipiente, el contenedor que contiene. El cartón no es ni será nunca su interior por mucho que nuestros ojos nos digan lo contrario.
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